All posts by blackcat

BIOGRAFÍA DE NÉLIDA AYAY CHILÓN (Quechua, Perú) [Versión corta]

Nélida Ayay nació en 1984 de una modesta familia quechua de Porcón, un pueblo agrícola en Perú. Cuando tenía siete años, se instaló en su zona una multinacional que envenenó distintos manantiales y lagunas por el cianuro y el arsénico utilizados en los trabajos de las minas.

La joven se volvió conocida tras protagonizar un documental de 2015, que cuenta la lucha de Nélida y de las comunidades campesinas por conservar un sistema de lagunas bajo lascuales se encuentra un rico yacimiento de oro codiciado por Yanacocha la empresa minera más grande de América del Sur, con el apoyo del gobierno del Perú, a pesar de que este proyecto destruiria las lagunas.

Nélida ha organizado a su comunidad para protestar, ha impedido desalojos por parte de la policía peruana y decidió estudiar Derecho “para defender el agua con leyes y no con palos y piedras”, según sus propias palabras.

La joven quechua suele “hablar” con las lagunas de su comunidad y constantemente le pide a Mama Yaku (Madre Agua, así es como Nélida Ayay Chilón nombra a las lagunas) que le dé fuerza para continuar con su lucha en contra de la minera.

Su lucha  no ha sido en vano. El proyecto Conga está detenido y el presidente de la Compañía de Minas Buenaventura , que posee la empresa Yanacocha, ha declarado a la prensa local que el proyecto “ya no es viable”. Aún así, Nélida no afloja el paso.

DÍA DE LA MUJER INDÍGENA 2021: BIOGRAFÍA DE NÉLIDA AYAY CHILÓN (Quechua, Perú)

Nélida Ayay nació en 1984 de una modesta familia quechua de Porcón, un pueblo agrícola en Perú. Cuando tenía siete años, se instaló en su zona una multinacional que envenenó distintos manantiales y lagunas por el cianuro y el arsénico utilizados en los trabajos de las minas.

La joven se volvió conocida tras protagonizar un documental peruano de 2015, dirigido por Ernesto Cabellos Damián, que cuenta la lucha de Nélida Ayay Chilón y de las comunidades campesinas por conservar un sistema de lagunas bajo lascuales se encuentra un rico yacimiento de oro codiciado por Yanacocha la empresa minera más grande de América del Sur, con el apoyo del gobierno del Perú, a pesar de que este proyecto destruiria las lagunas. Dos de ellas serian desecadas y la tercera se convertiría en un vertedero de desechos tóxicos, justo en la comunidad de Porcón, donde vive Nélida.

De origen humilde, con su voz queda y sus menos de 150 centímetros de estatura, Nélida ha organizado a su comunidad para protestar, ha impedido desalojos por parte de la policía peruana y decidió estudiar Derecho “para defender el agua con leyes y no con palos y piedras”, según sus propias palabras.

“Mi comunidad está cerca de la mina Yanacocha y nos está secando el agua, hay mucha contaminación ambiental, los terrenos ya no producen como antes. Ahora quieren expandirse con otro proyecto minero […] pero nosotros no lo vamos a permitir, la gente está resistiendo porque ahí nacimos, crecimos y ahí queremos vivir”, dice en una entrevista.

La joven quechua suele “hablar” con las lagunas de su comunidad y constantemente le pide a Mama Yaku (Madre Agua, así es como Nélida Ayay Chilón nombra a las lagunas) que le dé fuerza para continuar con su lucha en contra de la minera.

Antes de aparecer en el documental “La hija de la laguna”, Nélida ya sa habia hecho conocer en 2012, cuando  escribió a mano una emotiva carta dirigida al entonces presidente de la República, Ollanta Humala, expresando el dolor que siente la naturaleza cuando se la explota de forma indiscriminada, que tuvo gran repercusión en Facebook.

Si el ecologismo se encarna en una forma de vida ancestral, es sobre todo en la de los indígenas americanos, quienes han asistido impotentes no solo a una destrucción de su hábitat natural, sino de aquello que tienen por más vivo y sagrado: la Pachamama o Madre Tierra, y la Yacumama o Madre Agua. “Para nosotros, la naturaleza es un ser viviente que, al igual que los humanos, sufre y siente”. Una relación de la que se nutre su mundo espiritual y de la que depende la vida de todos los seres humanos.

El levantamiento en contra del proyecto Conga ha tenido altos costos. En julio de 2012, cinco personas murieron en un enfrentamiento entre opositores a la minera y agentes antimotines de la policía peruana, de acuerdo con la prensa local. Nélida no se ha salvado de la intimidación y las amenazas. Si bien no ha sido atacada fisicamente, la represión le ha provocado problemas con su familia. El padre trabajaba como obrero para la empresa minera y lo despidieron justo porqué la hija estaba liderando los paros en contra del proyecto.

Pero su lucha  no ha sido en vano. El proyecto Conga está detenido y el presidente de la Compañía de Minas Buenaventura , que posee la empresa Yanacocha, ha declarado a la prensa local que el proyecto “ya no es viable”. Aún así, Nélida no afloja el paso.

“Tengo que ayudar a hacer conciencia. Si año tras año nos hemos mantenido de la agricultura, ¿para qué queremos oro?, si el oro no se come, no se bebe, ¿para qué lo queremos?”, es el mensaje que esta activista y defensora transmite a dondequiera que va.

Tras terminar Derecho en Cajamarca, participó en las luchas por la defensa del territorio, entre ellas, la del cerro Quilish, lugar sagrado para los quechua. El 10 de enero de 2016 fue elegida candidata por el Frente Amplio a las elecciones al Congreso peruano, pero no consiguió el escaño por pocos votos.

DÍA DE LA MUJER INDÍGENA 2021: BIOGRAFÍA DE ATI QUIGUA (IKU – ARHUACO, COLOMBIA)

Ati Seygundiba Quigua Izquierdo, mujer indígena del pueblo Iku-Arhuaco, nació en Bogotá el 28 de abril de 1980. Su nombre significa en idioma Ikün: “Madre de los buenos pensamientos”. Es una líder indígena colombiana perteneciente al pueblo Arhuaco, activista ambientalista y pacifista.

Creció en Jewrwa, un lugar de gran significado para el pueblo indígena Iku (Arhuacos) por ser una montaña sagrada donde se dejan ofrendas al agua, que su familia trabajó intensamente para proteger.

Su padre, Quigua, es un indígena Guanano del departamento de Vaupés, “originario de una familia indígena explotada por los caucheros”. Su madre es Luz Helena Izquierdo, la primera universitaria del pueblo arhuaca y líderesa social.

Ati Quigua se graduó de administradora pública de la Escuela de Administración Pública E.S.A.P. y obtuvo su Magister en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado de Colombia, actualmente cursa estudios de Doctorado en Derecho en la Universidad del Rosario.

Su trabajo político se ha concentrado en la defensa del patrimonio medioambiental, la exploración y recuperación de costumbres alimentarias ancestrales y el papel de los jóvenes y las mujeres en estas luchas.

La motivación que lleva a Ati Seygundiba a participar en la política colombiana se encuentra relacionada con el contexto de violencia y pérdida de derechos que enfrentaban las comunidades indígenas del pueblo Arhuaco.

Fue la primera mujer indígena en ser elegida para ocupar una curul en el Concejo de Bogotá y desempeñarse como vicepresidenta de esa corporación entre 2004-2007, periodo durante el cual trabajó para incentivar el cultivo y consumo de productos tradicionales y proteger el medio ambiente de la Capital.

Posteriormente, en su segunda elección como concejala de Bogotá entre 2008-2011, se desempeñó como presidenta de la Comisión de Gobierno. Esta segunda participación en el Concejo se caracterizó por diseñar lineamientos para la política pública indígena en el Distrito (Acuerdo 359/2009), concientizar a la ciudadanía y a la administración sobre la necesidad de desarrollar una política pública del agua, en particular, a través de tres elementos:
1) el establecimiento de lineamientos para la gestión y administración de los recursos hídricos en la búsqueda de equilibrio medioambiental;
2) garantizar el “mínimo vital” para que los bogotanos vivieran en condiciones dignas (Acuerdo 347/2008);
3) la búsqueda de integración regional rural a través de los mercados temporales campesinos e indígenas (Acuerdo 194/2010)

En 2019 volvió a ser elegida por un tercer periodo en el Consejo de Bogotá.

Su trayectoria política ha sido reconocida en diferentes ámbitos internacionales y en particular, a través del Premio Internacional Daniele Po 2016, que destaca la labor realizada por las mujeres y organizaciones que priorizan los temas relacionados con la conservación del ambiente y los Derechos Humanos. En este mismo año, fue nombrada como Comisionada indígena para la Paz de Colombia.

Durante toda su trayectoria, Quigua se ha enfocado en socializar la cosmovisión indígena y la relación con la madre tierra recordando que, en la concepción indígena, el humano no está fuera de la naturaleza y que el concepto de los derechos humanos tienen una visión antropocéntrica enfocada solo en los  derechos de los seres humanos, olvidando los derechos de la naturaleza.
A pesar de que en Colombia se reconocen por primera vez los derechos de los pueblos indígenas en 1991, Quigua recuerda que la Corte Constitucional colombiana ha denunciado que los pueblos indígenas están en riesgo de ser exterminados física y culturalmente y que el conflicto armado, la grave situación nutricional y alimentaria y la vulneración de derechos en salud y educación son amenazas directas.