DÍA DE LA MUJER INDÍGENA 2021: BIOGRAFÍA DE ATI QUIGUA (IKU – ARHUACO, COLOMBIA)

Ati Seygundiba Quigua Izquierdo, mujer indígena del pueblo Iku-Arhuaco, nació en Bogotá el 28 de abril de 1980. Su nombre significa en idioma Ikün: “Madre de los buenos pensamientos”. Es una líder indígena colombiana perteneciente al pueblo Arhuaco, activista ambientalista y pacifista.

Creció en Jewrwa, un lugar de gran significado para el pueblo indígena Iku (Arhuacos) por ser una montaña sagrada donde se dejan ofrendas al agua, que su familia trabajó intensamente para proteger.

Su padre, Quigua, es un indígena Guanano del departamento de Vaupés, “originario de una familia indígena explotada por los caucheros”. Su madre es Luz Helena Izquierdo, la primera universitaria del pueblo arhuaca y líderesa social.

Ati Quigua se graduó de administradora pública de la Escuela de Administración Pública E.S.A.P. y obtuvo su Magister en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado de Colombia, actualmente cursa estudios de Doctorado en Derecho en la Universidad del Rosario.

Su trabajo político se ha concentrado en la defensa del patrimonio medioambiental, la exploración y recuperación de costumbres alimentarias ancestrales y el papel de los jóvenes y las mujeres en estas luchas.

La motivación que lleva a Ati Seygundiba a participar en la política colombiana se encuentra relacionada con el contexto de violencia y pérdida de derechos que enfrentaban las comunidades indígenas del pueblo Arhuaco.

Fue la primera mujer indígena en ser elegida para ocupar una curul en el Concejo de Bogotá y desempeñarse como vicepresidenta de esa corporación entre 2004-2007, periodo durante el cual trabajó para incentivar el cultivo y consumo de productos tradicionales y proteger el medio ambiente de la Capital.

Posteriormente, en su segunda elección como concejala de Bogotá entre 2008-2011, se desempeñó como presidenta de la Comisión de Gobierno. Esta segunda participación en el Concejo se caracterizó por diseñar lineamientos para la política pública indígena en el Distrito (Acuerdo 359/2009), concientizar a la ciudadanía y a la administración sobre la necesidad de desarrollar una política pública del agua, en particular, a través de tres elementos:
1) el establecimiento de lineamientos para la gestión y administración de los recursos hídricos en la búsqueda de equilibrio medioambiental;
2) garantizar el “mínimo vital” para que los bogotanos vivieran en condiciones dignas (Acuerdo 347/2008);
3) la búsqueda de integración regional rural a través de los mercados temporales campesinos e indígenas (Acuerdo 194/2010)

En 2019 volvió a ser elegida por un tercer periodo en el Consejo de Bogotá.

Su trayectoria política ha sido reconocida en diferentes ámbitos internacionales y en particular, a través del Premio Internacional Daniele Po 2016, que destaca la labor realizada por las mujeres y organizaciones que priorizan los temas relacionados con la conservación del ambiente y los Derechos Humanos. En este mismo año, fue nombrada como Comisionada indígena para la Paz de Colombia.

Durante toda su trayectoria, Quigua se ha enfocado en socializar la cosmovisión indígena y la relación con la madre tierra recordando que, en la concepción indígena, el humano no está fuera de la naturaleza y que el concepto de los derechos humanos tienen una visión antropocéntrica enfocada solo en los  derechos de los seres humanos, olvidando los derechos de la naturaleza.
A pesar de que en Colombia se reconocen por primera vez los derechos de los pueblos indígenas en 1991, Quigua recuerda que la Corte Constitucional colombiana ha denunciado que los pueblos indígenas están en riesgo de ser exterminados física y culturalmente y que el conflicto armado, la grave situación nutricional y alimentaria y la vulneración de derechos en salud y educación son amenazas directas.