DÍA DE LA MUJER INDÍGENA 2021: BIOGRAFÍA DE TRÁNSITO AMAGUAÑA (KICHUA, EQUADOR)

Rosa Elena Tránsito Amaguaña Alba nació a Pesillo, en Ecuador el 10 de septiembre de 1909, hija de los nativos huasipungueros Venancio Amaguaña y Mercedes Alba.
Tránsito comenzó a trabajar a los siete años como sirvienta para los dueños de la hacienda donde vivía con sus padres
que laboraban una pequeña parcela o huasipungo junto al volcán Cayambe.  Los padres de Tránsito Amaguaña aguantaron maltratos de sus patrones durante un largo periodo de tiempo.

Tránsito sólo asistió a la escuela durante seis meses, en los cuales aprendió bases de lectura y escritura.
La casaron a los 14, tuvo cuatro hijos, y comenzó a asistir a reuniones en Quito para defender la causa de su pueblo. Ante la negativa de su alcohólico marido a su ejercicio político, se separó y se fue a vivir con su madre.

Ya divorciada, comenzó a realizar activismo comunitario e indígenas, participando en las “marchas a Quito” de 1930, reclamando tierras y derechos laborales. El año siguiente, junto a Dolores Cacuango dirigió la primera huelga de trabajadores agrícola en Olmedo, hecho le costó la destrucción de su vivienda por la represión y 15 años de clandestinidad.
Amaguaña luchó por implantar un sistema cooperativista en el campo.

Luego, en 1946, fundó la Federación Ecuatoriana de Indios, junto a otros líderes campesinos, y en los años 50’ impulsó la fundación de escuelas bilingües -en español y quechua con el apoyo de la dirigente política y maestra Luisa Gómez de la Torre, quien las administraba secretamente, puesto que no eran reconocidas por el gobierno de la época. El propósito de Gómez de la Torre era que los propios indígenas fueran los que dirigieran las escuelas, como efectivamente hicieron.

Más adelante Transito promovería los derechos de la mujer por medio de la Alianza Femenina Ecuatoriana.
En 1961 representó a los pueblos originarios del Ecuador en la Unión Soviética y Cuba. Cuando regresó a su país fue arrestada bajo la falsa acusación de haber ingresado con armas soviéticas y dinero. Después, al ser liberada, fue llevada al Ministerio de Gobierno para firmar un documento en el que se comprometía a abandonar su activismo; ella se negó y destinó todas sus fuerzas a hacer realidad las reivindicaciones de los indígenas.

Ganadora del Premio Manuela Espejo de Quito en 1997 y del Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo en 2003, la vida de Tránsito Amaguaña constituye un testimonio de la labor de los movimientos autóctonos campesinos en el Ecuador. Falleció el 10 de mayo de 2009.