DÍA DE LA MUJER INDÍGENA 2021: BIOGRAFÍA DE RIGOBERTA MENCHÚ TUM (MAYA-QUICHÉ, GUATEMALA)

Rigoberta Menchú Tum es una activista guatemalteca cuya lucha por los derechos de los indígenas fue reconocida con el premio Nobel de la Paz en 1992.
Hija de Vicente Menchú y Juana Tum, Rigoberta Menchú nació en una numerosa familia campesina de la etnia maya-quiché, cuyos ancestros forjaron, entre los siglos III y XV, la esplendorosa civilización de los mayas.

De niña, ya alos 5 años, trabajó en el campo y más tarde fue empleada doméstica en la ciudad de Guatemala. Su infancia y su juventud estuvieron marcadas por la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión de las clases dominantes guatemaltecas sobre el campesinado.
Durante la dictadura militar, entre los años 1978 y 1982, varios miembros de su familia fueron torturados y asesinados por los militares o por la policía paralela de los “escuadrones de la muerte”. Entre ellos un hermano y su madre, secuestrada, torturada y asesinada por grupos paramilitares.

Por eso, en 1980 tuvo que exiliarse en México. Al año siguiente volvió a Guatemala pero muy pronto tuvo que refugiarse en Nicaragua y luego otra vez en México, donde publicó su autobiografía en 1983 (Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia). Recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias.

En reconocimiento a su labor y al mensaje de justicia social que representa, fue distinguida en 1992 con el Premio Nobel de la Paz.

En su discurso en la ceremonia de premiación dijo, entre otras cosas: “Este Premio Nobel lo interpreto primero como un homenaje a los pueblos indígenas sacrificados y desaparecidos por la aspiración de una vida más digna, justa, libre, de fraternidad y comprensión entre los humanos. Los que ya no están vivos para albergar la esperanza de un cambio de la situación de pobreza y marginación de los indígenas, relegados y desamparados en Guatemala y en todo el continente americano.”

Con los recursos financieros que recibió de este galardón estableció la Fundación Rigoberta Menchú Tum, con sede en Guatemala y oficinas en la ciudad de México y Nueva York. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes, que culminó en el año 1996 con la firma de los acuerdos de paz. A partir de entonces, después de la desmovilización del Ejército y de la guerrilla, trabajó activamente en la reincorporación de los exiliados de la guerra a sus lugares de origen.